Nosotros

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Amasarte es una panadería artesana que nace con el objetivo de recuperar los procesos de elaboración tradicionales. Para ello, contamos con la experiencia de Iván Cañás, panadero de quinta generación originario de Carral, donde el hacer pan es un arte que se transmite de padres a hijos.

Horneamos cada día más de 15 variedades de panes diferentes, elaborados con auténtica masa madre y procesos de larga fermentación. Utilizamos meramente ingredientes de primeras calidades para garantizar a nuestros clientes productos con mucho sabor. En Amasarte creemos que hay que volver a las esencias de la tierra, volver a sentir el olor y ese sabor del auténtico pan artesano. Por ello, apostamos por respetar y recuperar este gran oficio milenario.

Quinta generación de panaderos

Quinta generación de panaderos

Nacido en una familia de varias generaciones de panaderos, empezó su experiencia en el mundo del pan a temprana edad en el negocio familiar.  Desde muy pequeño llevaba el pan en las venas,  ya que tenía su casa justo encima de una panadería artesanal en el municipio de Carral, una pequeña población tradicional reconocida por la excepcional calidad de su pan.

Durante este tiempo su zona de juegos fue el horno familiar, donde se imaginaba miles de historias diferentes y donde existían a su alrededor muchísimos lugares sin explorar. Para él, un cesto de pan se convertía en una pequeña casa, un coche o simplemente en su mejor compañero de aventuras.

Tras cuatro años su familia decidió trasladarse a Coruña, y el lugar que eligieron para echar raíces fue encima de un pequeño obrador de panadería. Justo aquí es donde Iván conserva sus primeros recuerdos de unas pequeñas cañitas de hojaldre con crema muy calientes recién salidas del horno, y es ahora este mismo olor el que le recuerda a su niñez. A pesar de su temprana edad, comenzó a tener sus primeras experiencias haciendo rosquillas, jugando con las masas, pasando horas y horas en el obrador… Fue justo ese momento en el que sus padres decidieron hacerle un pequeño uniforme a medida con un gorro y unas alpargatas blancas iguales a las que lucía su padre en el obrador. Uno de sus ejemplos a seguir.

Poco a poco, empezó a pasar las vacaciones en la panadería, después pasaron a ser los fines de semana y finalmente casi todas las tardes o noches que podía. Así combinó sus estudios con sus primeras masas de pan, cocciones y formados.

A los 17 años le dijo a su padre que quería trabajar como panadero siguiendo fielmente los pasos de toda la familia, pero le convencieron para estudiar una carrera y que así tuviera otra salida profesional. Por ello, Iván acabó estudiando medicina en Santiago de Compostela, quizás porque era la carrera más larga que encontró. Sabía que en verdad lo que quería era estar en el obrador y convertirse en la quinta generación panadera y es por ello, que nunca se desvinculó de la panadería volviendo todos los fines de semana a Coruña para ayudar a sus padres en el trabajo que le apasionaba.

Ivan Cañás afirma que la profesión de panadero es muy sacrificada, pero a su vez muy gratificante. Por ello, cuando acabó sus estudios decidió volver a sus orígenes y retomar el oficio familiar. De ahí surge Amasarte, su proyecto más personal.

Masa Madre

Iván Cañás es un defensor de la masa madre. Durante años ha experimentado y estudiado los procesos que rodean a este fermento natural tan beneficioso para las personas. En Amasarte la masa madre que utiliza tiene cerca de 10 años, la cual arrancó con manzana de la región y uvas pasas.

“Cada pan es una pieza única y artesanal elaborada a mano, llena de texturas, olores y formas diferentes. Me gusta el pan, la selección de las diferentes harinas y semillas para formar un producto que estará hecho con mucha dedicación.”